lunes, 29 de marzo de 2010

Areneros para gatos

Uno de los elementos esenciales para una buena convivencia gato-dueño es el arenero. Algunos los colocan en la terraza, otros en la cocina, hay quien prefiere el cuarto de baño... Donde halla un rincón discreto, allí acaba el WC de nuestros peludos compañeros. Veamos qué producto del mercado se adapta mejor a nuestra casa y mascota.

Tradicional


Es el arenero básico, generalmente rectangular, aunque ya los diseñan para encajar en las esquinas. Además, existen muchos modelos que incorporan un accesorio desmontable que evita que parte de la arena salga fuera cuando el gato la remueve. 

Cubierto

Muchas personas encuentran desagradable el olor y la presencia de las deyecciones y deposiciones de su gato, por lo que optan por areneros que no permitan ver lo que hay dentro. Al estar cerrados, impiden que parte del olor inunde la casa, aunque eso no significa que no vaya a oler mal cuando nuestro gato se deahogue. 

Sin embargo, no a todos los gatos les gusta este tipo de sistema. Si el tuyo lo acepta, elige uno en el que tu gato se pueda mover cómodamente, para darse la vuelta o tapar sus heces. Y, recuerda, los cachorros crecen, así que es preferible elegir un arenero apropiado para el tamaño adulto, o te tocará comprar arenero dos veces.  

Electrónico

No conozco a ningún dueño que disfrute de cambiar la arena del gato. Para evitar esta incomodidad, existene el mercado un amplio número de "innodoros felinos", con los que los cambios de arena se convierten en un proceso mucho más llevadero. Aquí tenéis algunos ejemplos, pero existen muchos más. 



Sin embargo, creo que es importante comentar que todos estos productos son extremadamente caros. Pero bueno, si estás dispuesto a permitírtelo con tal de no cambiar la arena...

¡Sin arenero!

Como estáis leyendo. Parece ser que ya hay una compañía que distribuye un kit de adiestramiento para conseguir que nuestro gato "haga sus cositas" en nuestro propio váter. No he encontrado opiniones muy positivas en los foros, especialmente porque parece que el dispositivo no está pensado para gatos muy pesados. En cualquier caso, a mí lo de tener un cacharro que deja caer arena dentro del WC no me hace mucha gracia. Si lo eliges, busca arena especial que se disuelve en el agua, (no vaya a ser que te atasque el baño...).


lunes, 22 de marzo de 2010

El veterinario perfecto


Leyendo el título, muchos pensarán que el veterinario perfecto no existe, y tienen razón. Sin embargo, es bueno tener claros los criterios con los que vamos a decidir en manos de quién vamos a poner la salud de nuestra mascota.

Mucha gente elige al veterinario que más cerca le queda de casa, por una cuestión de comidad. Es cierto que para poner una vacuna o deparasitar a nuestro perro o gato, cualquier persona que se haya sacado la carrera de veterinaria puede valer. Sin embargo, ¿qué pasará cuando el animal esté enfermo de verdad? ¿Y si tenemos una urgencia? ¿Quién lo va a operar? ¿Y habrá anestesista? Pero, yo no tengo un perro, ni un gato, tengo un mono ardilla, ¿cualquier veterinario servirá?

Lo primero en lo que nos debemos fijar es en la higiene. Si la clínica está sucia y descuidada, no esperes que el veterinario sea mucho más limpio y cuidadoso con tu mascota. Es normal que un lugar en el que entran personas y animales a lo largo de todo el día no esté como los chorros del oro a última hora de la tarde, pero si sistemáticamente huele moho, hay mucho polvo acumulado, da sensación de suciedad... Yo no me quedaría.

Lo siguiente es el trato humano, y digo "humano", porque el veterinario (y su personal) debería tratar de modo adecuado, tanto al dueño, como a la mascota. Los veterinarios suelen serlo por vocación, así que suelen tratar con bastante amabilidad a los animales. Sin embargo, si es rudo, coge al animal de cualquier manera o te trata de forma desagradable, seguro que podrás encontrar a alguien mejor.

Sin embargo, aunque todo esto está muy bien, lo que realmente importa es que sea un buen profesional. Debería hablarnos siempre con claridad, explicarnos qué le pasa al animal y qué procedimientos se van a seguir para solucionar el problema. Debería evitar tratamientos invasivos innecesarios, así como cualquier intervención quirújica superflua (y recordad que esterilizar al animal no es superfluo). Además, en caso de que tu mascota tuviera una enfermedad un poco especial (displaxia de cadera, alergias, problemas cardiacos...), te debería derivar a un especialista. Y, por supuesto, si queremos pedir una segunda opinión sobre cualquier diagnóstico o tratamiento, debería facilitarnos toda la información que el otro veterinario pueda necesitar.

En el caso de animales exóticos, yo recomiendo buscar directamente un especialista. Igual queda más lejos de casa y es más incómodo, pero nos dará mayores garantías que el veterinario del barrio.

Lo bueno del veterinario es que, como nosotros pagamos, nosotros elegimos; aunque también es una pega, porque podemos encontrarnos con sanitarios sin escrúpulos dispuestos a hacer cualquier perrería a nuestra mascota con tal de sacarnos los cuartos. Por supuesto, los buenos profesionales no hacen eso, pero debemos andarnos con ojo cuando demos con un veterinario demasiado amigo de las pruebas diagnósticas. Si nuestro gatito viene de un criadero serio, sus padres están testados de leucemia dando negativo y han pasado directamente de su casa a la mía, ¿de verdad es necesario que le hagan la prueba de leucemia antes de vacunarlo? (Esto es un ejemplo, pero es el tipo de razonamiento que deberíamos hacer)

En esos casos, cuando nos encontramos con que el veterinario quiere hacer muchas y costosas pruebas a nuestras mascotas, deberíamos plantearnos buscar una segunda opinión. Si están indicadas, adelante; pero no debemos permitir que nos tomen el pelo, especialmente porque hay muchas pruebas que en las personas son incómodas y para las que las mascotas son anestesiadas. No permitas que anestesien innecesariamente a tu animal de compañía.

Si aún no sabes a qué veterinario llevar a tu mascota, tampoco te angusties. No pasa nada si empiezas llevando a tu mascota a uno y, como no te convence, te cambias.

Una buena estrategia suele ser preguntar a los vecinos que tienen mascotas sobre el veterinario al que ellos llevan a su animal de compañía. Puedes obtener buenas referencias de algunos y malas de otros, que te ayuden a decidirte.

Un último conejo: No conviertas a tu veterinario en la tienda de animales. Si quieres comprar pienso, una correa, un juguete... Mejor en otros sitio (incluso a otro veterinario). Así evitarás las tentaciones de que te vendan cosas que realmente no necesitas.

lunes, 15 de marzo de 2010

Y también rugen

Hoy voy a compartir con vosotros una historia que posiblemente conocéis, pero sobre la que quiero reflexionar. Me refiero a la historia de Christian, el león que, en el año 1969, fue comprando en Harrods (Londres) por John Rendall y Anthony Ace, dos autralianos que compartían piso.

Es importante comentar que estas personas compraron legalmente al animal, que pertenecía a la 5ª generación de leones criados en cautividad.

Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que, aunque lo querían mucho, lo mejor para el león no sería compartir piso con ellos. Lo sacaban a pasear, jugaban con él..., pero era un animal que prometía crecer hasta hacerse enorme y que podría llegar a tener problemas (y dárselos a ellos).

En un acto de responsabilidad, se informaron sobre las opciones que tenían y oyeron hablar de un tal George Adamson, un experto que había reintroducido leones en la sabana africana con éxito. Contactaron con él y, aunque entrañaba cierto riesgo, dado que era un león criado en cautividad (lo que podía llegar a costarle la vida si iba mal); decidieron que lo mejor para su leonino amigo era intentar que se convirtiera en un león salvaje.

La reintroducción fue satisfactoria y, un año después (1972), sus antiguos dueños quisieron visitarlo. El problema era que Christian ya era un león salvaje, que vivía con su propia manada, y les informaron que debían tener cuiadado, porque no les reconocería. No obstante, fueron a verlo y esto es lo que pasó:


En 1973, Rendall volvió a visitarlo, y ésa fue la última vez que lo vieron. Tenía su propia manada, sus propios cachorros y era todo lo que un león podría desear en esta vida.

No voy a criticar a quienes tienen animales exóticos en casa (siempre que hayan sido criados en cautividad y tengan todos sus papeles y controles veterinarios en regla), pero creo que merece la pena pararse a pensar en esto: ¿De verdad es más feliz conmigo de lo que sería en su hábitat natural?

Esta es la última foto de Christian, con Adamson, cuando ya era adulto.

Y reitero lo del "hábitat narual". Es un error soltar un animal en un hábitat que no es el suyo, porque corre un importante riesgo de no adaptarse, pero, si se adapta, es aún peor, porque puede desequilibrar el ecosistema. Si no, que se lo pregunten a los australianos, que han ido introduciendo distintos tipos de especies a lo largo del tiempo y todas y cada una de ellas se han convertido en un problema y una amenaza al ecosistema.

Los que liberan animales en entornos naturales que no les corresponden, son terroristas ecológicos y merecen ser perseguidos por un atentado contra la naturaleza, tanto los que los abandonan, como los que, afirmando ser amigos de los animales, realizan sueltas indiscriminadas. 

lunes, 8 de marzo de 2010

El perrito llega a casa

Uno de los días que nunca olvidaremos es el día en que nuestro cuadrúpedo amigo puso por primera vez la pata en casa, ese día en que todo fue genial o un desastre. Si quieres acertar, sigue leyendo y descubrirás el modo de conseguir que todo salga bien cuando empiece vuestra andadura juntos.

Planea

Como ya hemos comentado en otras entradas, es importante tener claro que adquirir un perro es adquirir una responsabilidad, por tanto, los actos impulsivos deberían quedarse al margen y la llegada de nuestro nuevo compañero debería ser pausada y pautada.

Empieza pensando en cómo llegará a casa, qué zona le dejaremos reconocer primero, dónde estará cada cosa, qué horarios tendrá, qué pienso comerá, cómo será presentado al resto de la familia...

El ajuar

Cada mascota tiene unas necesidades específicas y un "equipamiento mínimo" necesario. El del perro consiste en:

- 2 cuencos, uno para el agua y otro para el pienso
- Pienso adecuado a la edad, tamaño y nivel de actividad del perro
- Una camita
- Collar o arnés (si el ejemplar es joven, mejor ajustable)
- Correa
- Bozal (obligatorio para algunas razas, según la normativa municipal)
- Transportín o cinturón de seguridad para el coche
- Mordedor
- Juguetes
- Caseta (si duerme en el exterior)
- Mucho papel de periódico (si es un cachorro)

Cada cosa en su sitio

Los cuencos de la comida deberían estar en un lugar de fácil limpieza y que no sea de paso, puesto que no es raro que se derrame algo de agua o caiga al suelo algo de pienso.

Es importante que el perro tenga asignado un espacio en la casa, que será "su sitio". En él, colocaremos la camita. Es recomendable que no esté en los dormitorios, a menos que queramos que el perro duerma con nosotros, cosa que no os recomiendo. Además, debemos ser firmes. Aunque lloriquee o ladre, no debemos permitir que duerma fuera del lugar que le hemos asignado para que se acostumbre. Si es un cachorro, puede que eche de menos a su mamá. Un truco para que se tranquilice puede ser pedir al criador que nos deje algún trozo de tela impregnado de su olor y envolver dentro un reloj analógico (de los que hacen tic-tac).

Puede que haya zonas de la casa en las que no queramos que entre. Si es así, hemos de dejarlo bien claro desde el primer momento y no hacer excepciones, porque los animales no entienden las decisiones arbitrarias. Sí o no, no os quedéis en medias tintas. Y lo mismo se aplica a los muebles (como el sofá o la cama) si no queremos que se suba.

Si es un cachorro, es muy posible que aún no tenga control de esfínteres suficiente para aguantar hasta la próxima salida. Además, si no está completamente vacunado, no debería salir, por lo que habrá que buscar un sitio en el que vayamos a permitirle realizar sus micciones y deposiciones. Allí colocaremos el papel de periódico, en cantidad suficiente y bastante extendido. Si podemos limitar su acceso a una sola habitación al principio, sería bueno empapelar todo el suelo, para que no se equivoque. Cuando haga sus cositas en el papel, le felicitaremos. Si se equivoca, diremos un enérgico "no", le llevaremos inmediatamente a los periódicos y, si llega a hacer algo en los papeles, le felicitaremos. Para evitar futuras confusiones, empaparemos un poco de papel en donde cometió el error y lo dejaremos donde queremos que haga sus necesidades y, eso sí, no restregaremos su nariz por encima del error, porque quiero que sepáis que eso no sirve para nada. Por otro lado, si hace sus necesidades fuera del lugar asignado, os aconsejo utilizar un limpiador al limón, que es un olor que suele desagradarles y, por tanto, aumentan las posibilidades de que no lo vuelva a hacer ahí.

La llegada a casa

El perro puede llegar a casa de nuestra propia mano, a través de una agencia de mensajería o quizá nos lo traiga el criador a casa. A mí las empresas de mensajería no me agradan mucho, porque, por muy bien que nos vendan sus servicios, para ellos nuestras mascotas son sólo carga, y como tal las trantan; así que os recomiendo que vayáis vosotros a buscar al perro, si no os lo pueden traer.

Si optamos por la mensajería, debemos informarnos bien cómo se va a realizar el transporte, cada cuánto le darán de comer, asegurarnos de que siempre tendrá agua disponible, que la zona de carga del vehículo esté climatizada... Y, por supuesto, qué pasará si el animal no se entrega en buenas condiciones o muere por el camino (bien sea por cuidados negligentes, bien porque se produzca un accidente durante el viaje).

Una vez en casa, le enseñaremos dónde están los periódicos, la comida y la camita. Le daremos tiempo para explorar tranquilo y, poco a poco, iremos presentándoselo a los miembros de la familia. Hay que hacer comprender a los niños que todo es nuevo para el animal y que no hay que sobresaltarlo.

Si hay otros animales en la casa, nunca los dejaremos solos al principio y daremos atenciones (mimos, cogerle en brazos...) al veterano, pero no al nuevo. Les dejaremos que se huelan y exploren y respetaremos las marcas de jerarquía que quiera hacer el veterano, siempre que sean razonables (podemos dejar a un perro que ya estaba en casa que le ponga una pata encima, pero no que orine por la casa). Si observamos cualquier tipo de acción violenta, los separaremos y regañaremos al agresor, sin premiar al otro. Para la mascota que lleva más tiempo en casa, puede ser dura la llegada del nuevo, así que no debemos permitir que se sienta desplazado.

Visita al veterinario

El día en que el perro llega a casa, ya ha tenido suficientes emociones como para añadir la primera visita al veterinario. Sin embargo, ésta no debe retrasarse más de 48 horas. Si no es al día siguiente, que sea el de después, pero no más. Es importante que comprobemos el estado de salud del animal al llegar y continuar su plan de vacunaciones y desparasitaciones, así como hacer seguimiento de cualquier tratamiento que el animal estuviera siguiendo cuando nos lo dieron.

Con estos sencillos consejos, podemos facilitar mucho el proceso de llegada y adaptación, tanto del perro a la casa, como de los miembros de la familia a su nuevo individuo. Espero que os sean de ayuda.

lunes, 1 de marzo de 2010

Adoptar un conejo

Hoy os voy a hablar de unas mascotas estupendas para aquellos que quieren un animal que pueda alternar entre una jaula y unos paseíllos por la casa: El conejo. Y, como nunca está de más hablar de adopción, vamos a ver dónde podríamos conseguir uno de estos maravillosos compañeros sin pasar por la tienda de animales.

Se suele hablar del conejo en genérico, pero lo cierto es que hay un gran número de razas: Enanos, cabeza de león, angora... Hay muchos tipos de conejos y, aunque todos requieren cuidados similares, también pueden variar en aspectos concretos como el tamaño de la jaula que necesitan, el número de cepillados, la cantidad de comida...

Los conejos son animales muy inteligentes y capaces de adaptarse a una gran variedad de dueños. A mí me gustan especialmente para los niños a partir de 5-6 años, porque, bajo la supervisión de sus padres, pueden responsabilizarse de prácticamente todos los cuidados de estos adorables animales. Sin embargo, no nos ceguemos por el hecho de que un niño quiera una mascota: El responsable último siempre es el adulto y, por tanto, quien debe garantizar que, si el niño falta a su responsabilidad, no sea a costa del pobre animalillo.

Hablamos de mascotas que pueden vivir entre 6 y 8 años, por lo que meterlo en casa "a ver qué pasa" no es una buena idea. Debemos asegurarnos de proporcionarle los cuidados necesarios para que tenga una vida longeva y feliz. Antes de decidirnos a tener uno, debemos sopesar el tiempo disponible, los costes que va a suponer, quién se va a ocupar de él, qué espacio vamos a poner a su disposición...

El primer paso es conseguir una jaula amplia, en la que el conejo tenga espacio suficiente para moverse, donde podamos delimitar bien un espacio para la comida y bebida, otro para el descanso y un tercero para las deposiciones. No olvidéis que muchas veces nos hacemos con un gazapo y que le queda tiempo de crecimiento, así que deberíamos calcular la jaula para su edad adulta, si no queremos tener que comprar una nueva jaula en poco tiempo.

Además, no debemos olvidar que el conejo necesita tener una buena cantidad de litera absorbente y limpia en la base de la jaula. El grosor debería estar por encima de los dos centímetros y habría que cambiárselo un par de veces por semana. Si quitamos la litera sucia y las heces a diario, podemos cambiarlo una vez a la semana, haciendo siempre una buena limpieza de la bandeja de la jaula con agua y jabón.

En cualquier caso, la jaula siempre tenderá a quedarse pequeña para el conejo a la hora de hacer ejercicio. Es bueno que lo saquemos con frecuencia, al menos un par de horas todos los días. Si tenemos jardín o patio, podemos aprovechar para que corretee un poco, siempre bajo nuestra supervisión y asegurándonos de que no hay ningún lugar por el que pueda escapar. Además, es importante estar pendiente de él, para evitar que mordisquee cables, con los que podría electrocutarse.

Hay gente que los pasea por la calle. A mí me asusta un poco, aunque reconozco que, con las precauciones necesarias, no tiene por qué haber ningún problema. Eso sí, siempre con arnés ajustable y correa.

Los conejos son rohedores y disfrutan mucho de todo tipo de vegetales. Existen en el mercado piensos comerciales sobre los que deberíamos basar su dieta. Sin embargo, es recomendable complementarla con fruta y hortalizas frescas. Por otro lado, cuando lo soltemos por casa o el jardín, debemos estar muy atentos para que no coma plantas decorativas que puedan ser tóxicas para él.

Un problema que debemos anticipar en estos bellos animales es el permanente crecimiento de sus dientes, que no se detiene en ningún momento de la vida. Por tanto, es esencial poner a su disposición mordedores en los que pueda desgastarlos. Si no se los ofrecemos, no deberemos extrañarnos si le pillamos mordisqueando los muebles de casa, porque morder cosas duras es para ellos una necesidad.

Todos los conejos deberían ser cepillados con frecuencia, especialmente los de pelo semilargo o largo. Es importante acostumbrarles desde pequeños para que luego no les resulte extraño. Si les bañamos, es preferible hacerlo con el buen tiempo y secarlos muy bien después, puesto que son muy sensibles a la temperatura y podrían enfermar.

Un aspecto que no debemos olvidar son las visitas veterinarias, con las que nos aseguraremos de que nuestra mascota esté en perfecto estado. Además, no deberíamos descartar la castración, especialmente cuando queramos que convivan ejemplares de distinto sexo juntos. Si no, nos pasaremos el día criando. En cualquier caso, es bueno también para los que viven solos o en compañía de otros de su sexo, porque evitamos que los machos marquen con la orina y prevenimos cánceres en las hembras.

Si crees que un conejo es la mascota que estás buscando, estás de enhorabuena. Existen bolsas de adopción como la de la Asociación Española de Amigos el ConejoAnimales en AdopciónConejicos; en las que podrás encontrar gazapos y conejos que buscan una segunda oportunidad. La mayoría ya están habituados al trato con personas, niños y otros animales; además de que te darán toda la información necesaria para cuidar del mejor modo posible al nuevo miembro de la familia. Bien adoptes, bien compres, no dudes en preguntarles cualquier duda que tengas antes de hacerte con uno de estos estupendos animales.