lunes, 8 de febrero de 2010

¿Comprar o adoptar?



Muchas personas tienen una opinión muy fuerte sobre cuál es el procedimiento correcto para conseguir una nueva mascota. Dejando al márgen a aquellos que la reciben como regalo, las opciones más habituales para adquirir un animal de compañía son la compra o la adopción. Ambas opciones tienen sus ventajas e inconvenientes.

COMPRAR

Ventajas

- Pedigrí: Es el único documento que acredita que un animal pertenece a una raza determinada. Está especialmente valorado en perros y gatos, aunque canarios, hamster y otros animales pueden contar con padres campeones en exposiciones de su especie.

- Garantía sanitaria: Cuando compramos un animal de compañía, siempre debemos exigir que haya recibido todos los tratamientos que se correspondan con su situación y edad y que nos lo acrediten (vacunas, desparasitaciones...). Así mismo, quien nos lo vende debería certificar la salud de los padres mediante informes veterinarios que acrediten que están libres de enfermedades hereditarias y darnos una garantía de al menos 2 años en caso de que el ejemplar sufra complicaciones relacionadas con enfermedades hereditarias o congénitas.

- Antecedentes del animal: El criador/vendedor debería informarnos sobre cómo, dónde y en qué condiciones se ha criado al animal (en familia, en jaula, en libertad, en cautividad...). Además, deberíamos sospechar si no nos permiten conocer a los padres y el lugar en el que los crían antes de realizar la compra.

- Pedir responsabilidades: Siempre que compremos un animal, debería mediar un contrato de compra-venta donde queden bien claros los compromisos de ambas partes para con el animal, de modo que podamos pedir explicaciones a quien nos lo ha vendido en caso de que algo no esté bien. Por otra parte, puede que el criador (sobre todo si es una persona/entidad seria) nos exija una serie de compromisos sobre los que puede pedirnos responsabilidades.

- Características prefijadas: Cuando buscamos un animal con unas características físicas o de carácter concretas, podemos buscar un criador que trabaje precisamente buscando esas características que valoramos en los cruces que realiza.

Inconvenientes

- Precio: Un ejemplar con garantías suele costar una importante suma de dinero en perros y gatos, por ejemplo, pero no todos los animales que cuestan mucho tienen todas las garantías. Mi conejo es que os informéis bien sobre lo que es razonable que os pidan por el ejemplar que queréis y que no paguéis más, pero tampoco menos. Hay muchos traficantes de animales que venden ejemplares baratos sin ninguna garantía. Mucho cuidado.

- Endogamia: Los animales de raza y los animales que se crían en círculos cerrados suelen ser víctimas de cruces algunas veces indiscriminados y, otras veces, desgraciadamente, desafortunados. Los criadores responsables no suelen permitir cruces con mucha consanguineidad, pero, por desgracia, eso no siempre garantiza la variedad genética. Un estudio realizado hace unos años con perros carlinos en Estados Unidos revelaba que había tanta endogamia que, a nivel de originalidad genética, sólo podían contar con el 10% de la población de esa raza.

- Falta de profesionalidad: Desgraciadamente, hay muchos traficantes de animales, y no sólo me refiero a los que lo hacen ilegalmente. Muchas personas se lucran de vender animales de compañía sin ningún tipo de criterio de selección de ejemplares adecuados para la cría, sin respetar los tiempo de descanso de las madres, sin tener el control veterinario necesario, sin las garantías apropiadas... Mucho cuidado con ellos.

ADOPTAR

Ventajas

- Solución de un problema social: Adoptando un animal de compañía (y no sólo un perro o gato, busca en internet y podrás encontrar asociaciones que te ofrezcan casi cualquier mascota), das una nueva oportunidad a un animal que está condenado a vivir sin una familia que le quiera o, peor aún, a morir sacrificado. Además, dejas un hueco en las asociaciones que se ocupan de rescatar a estos animales abandonados por sus antiguos dueños para que otro animal pueda ocupar su lugar.

- Prima el interés mayor del animal: En la adopción media un contrato en el que el nuevo propietario se compromete a ocuparse del animal en base a los mínimos impuestos por quien ostenta su propiedad. Además, lo más frecuente es que te hagan un seguimiento. Por otro lado, las asociaciones se benefician de que te lleves un animal a tu casa, porque dejas espacio para otro; pero no van a intentar colarte un gol, porque eso iría en detrimento del bien mayor del animal.

- Animales muy agradecidos: En la viña del Señor hay de todo, pero los animales que reciben una segunda oportunidad suelen convertirse en unas mascotas muy agradecidas.

- Apoyo y asesoramiento: Uno de los objetivos de cualquier asociación que ofrece animales en adopción es conseguir la mejor relación animal-dueño posible, por eso suelen ofrecer todo el apoyo y asesoramiento posible a los futuros adoptantes, sin ocultarles información que, a la larga, pudiera producir problemas de convivencia con el animal.

Inconvenientes

- Desconocemos los antecedentes del animal: En la asociación, nos dirán todo lo que sepan sobre el animal, pero igual no saben mucho sobre sus antecedentes. Generalmente, su conocimiento se remonta sólo al tiempo que lleva con ellos (que, por otra parte, puede ser mucho).

- Salud: Un animal adoptado no suele venir de la mano de sus 4 ascendientes por lado de padre y madre, así que no podemos saber si había enfermedades genéticas en su familia. Así mismo, muchos animales llegan en condiciones de salud muy mejorables a los centros de acogida. La parte buena es que no nos lo van a ocultar y que nos van a asesorar para ocuparnos lo mejor posible de nuestra nueva mascota.

- Aislamiento: Algunos animales viven en centros durante largos periodos de su vida, muchas veces en perreras. Los voluntarios de los centros de acogida hacen todo lo que pueden para reinsertarlos en la sociedad, pero es un hecho que muchas veces viven durante meses o años sin convivir estrechamente con seres humanos.

- La propiedad del animal la ostenga la asociación: Éste es un punto delicado. Al adoptar, no nos convertimos en dueños de una mascota, sino en los responsables de su cuidado y en quienes disfrutan de su compañía. En la práctica, si todo va bien, no suele ser un problema en absoluto, pero hay quien no se siente muy cómodo ante esta realidad.

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